Los hermanos de la película son Beto "el Rudo" (Diego Luna), que quiere ser futbolista, y Tato "el Cursi" (Gael García Bernal), que quiere ser cantante. Ambos ven en sus sueños la posibilidad de superar su condición y no dudan en seguirlos hasta el final en esta comedia que, con una mirada aguda, refleja y cuestiona nuestras formas de ser. Que habla de la hermandad puesta a prueba, de la rivalidad por el amor a una mujer y a una madre, de la superación enfrentada al arribismo, de las debilidades a flor de piel. De quién apuesta por la pasión y quién por el talento.
Rudo y Cursi fue y sigue siendo un fenómeno en la taquilla, la elección de la fecha del estreno fue un gran acierto por parte de la distribuidora, en Diciembre, después de que los chicos han salido de vacaciones la afluencia a los cines se multiplica y en los últimos años hemos visto cintas mexicanas que han sabido aprovechar esa coyuntura, Rudo y Cursi se une a esa lista, si bien la historia se puede ver en cualquier época del año, han sabido aprovechar la llegada de un público más accesible y tocan varios temas de la identidad de los mexicanos y algunos de esos puntos encuentran eco en todos los países hispano parlantes.
Es una mirada entretenida, pero no por ello menos critica de muchos de los males que aquejan todos los aspectos de la cotidianidad en México, el compadrazgo, el chantaje, las apariencias, los amiguismos, el nepotismo, las ganas de obtener lo más posible haciendo absolutamente lo menos necesario.
Y no, no tiene un final feliz, pero tampoco es tan desgarrador como otras cintas que han estado durante ésta decada en las pantallas mexicanas.
Un buen entretenimiento para cualquier época (pero doblemente efectivo en vacaciones)
Es una mirada entretenida, pero no por ello menos critica de muchos de los males que aquejan todos los aspectos de la cotidianidad en México, el compadrazgo, el chantaje, las apariencias, los amiguismos, el nepotismo, las ganas de obtener lo más posible haciendo absolutamente lo menos necesario.
Y no, no tiene un final feliz, pero tampoco es tan desgarrador como otras cintas que han estado durante ésta decada en las pantallas mexicanas.
Un buen entretenimiento para cualquier época (pero doblemente efectivo en vacaciones)