Vicky Cristina Barcelona

Woody Allen, ese director que tantos años estuvo identificado solamente con las clases privilegiadas de Manhattan ha estado encaprichado con algunos elementos en los últimos años, aparte de que al señor
le gustan las asiáticas (como a mi), Scarlett Johansson le ha embrujado (¿a qué hombre le podría ser indiferente este mujeron?) y también insiste en hacer una carrera en Europa (admirable que a su edad todavía tenga ganas de iniciar y probar suerte) lo que lo ha llevado a superar la marca de una cinta por año, y como le pasa a tantos otros directores tan longevos y tan reconocidos desde hace años, está constantemente alternando entre malas cintas y grandes películas.

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Cuando yo ví Vicky, Cristina, Barcelona, desconocía que la definen como una comedia, pero de algún modo es claro que la situación que describe
es muy irreal, tan es así que estamos propensos a creer que es cierta.

Recuerdo que todo el tiempo estaba pensando para mi

"¿De verdad Woody Allen escribió ...ésto?"..."WOW"

Había tantos elementos, la pareja hecha el uno para el otro, pero que no puede vivir junta, los artistas que viven a tope, la insatisfacción crónica, el no saber lo que se quiere, el creer que se tiene todo perfectamente planeado, el buscar a una ex-pareja en todas las demás personas, el sólo saber que es lo que no se quiere, el viaje, el idioma distinto, la lingua franca, la situación tan sui-generis, las dos bellas actrices.

La cinta me atrapo, lo más increíble es que cuando termino, la verdad es que no sabía que decir de ella, ¿era buena?, ¿Me había gustado?, ¿las hormonas que me despertaron Penelope y Scarlett nublaban mi juicio?

No lo sabía, sólo sé que me encanto y que en algún momento, en la búsqueda de uno a kilómetros del hogar, me vi muy cuestionado.

No les puedo decir muchas cosas, sin arruinar las sorpresas de la cinta.
Eso si, los hijos de puta que le pusieron el título accesorio de "Un lío amoroso", parecen querer enfatizar la naturaleza cómica del filme y sentirse los genios que le rescatan la taquilla.

Que cinta tan extraña, tan llena de cuestionamientos, de bromas sutiles, de mujeres bellas.
Bien por Allen, casi lo podemos perdonar por Los inquebrantables.


Lo único que arruino mi día en el cine, fue que andaba "en la lela " (distraido)y asistí en miércoles (en México es probablemente el día más concurrido porque es más barato)