Otra cinta del tour de cine francés.
La acción se desarrolla en Mónaco, si, el país más densamente poblado del mundo y a donde un futbolista mexicano (ufano hasta la pared de enfrente) fue a parar a finales del siglo pasado, razón por la que pudimos echarle un vistazo más allá de las viejas imágenes de Grace Kelly y su Raniero.
Pero el lugar se pinta más envidiable y paradisiaco en ésta cinta de lo que uno recuerda, aunque tristemente uno se da cuenta que no percibe en una vida lo necesario para darse una temporada de excesos en ésta nación francófona.
¿y de qué va?
Fácil...a lo mejor no tanto, pero en sus 95 minutos se nos cuenta una historia de lealtad, moral, promiscuidad, interés, lascivia, abnegación y un dejo de humor, pues la cinta es en grandes tramos una comedia, pero eso si, trágica, como la vida misma.
A lo mejor me cuelga si me la llego a encontrar, pero la protagonista me recordó a una ex compañera de trabajo de la que ya he escrito antes. Aunque el hecho de que me la haya recordado una belleza como Louise Bourgoin puede que actué como atenuante, si, la chica de Mónaco tiene una figura impresionante.
Bueno, estábamos con la historia, pues, una acaudalada familia monaquense se ha visto envuelta en la tragedia, la madre, una viuda que gusta de rodearse de boy toys al parecer ha terminado asesinando a uno de ellos, por lo que deciden recurrir a un famoso y talentoso abogado parisino Bertrand Beauvois (interpretado por Fabrice Luchini)y ya que el galan asesinado tenía vínculos con la mafia rusa, el hijo de la acusada le asigna a su abogado un güarura(guardaespaldas), pero uno más cercano al Creasy de Man on Fire que a los que vemos en las pantalla mexicanas a los que les queda el mote de güarros por más de una razón, interpretado por Roschdy Zem, Christophe Abadi es un hombre que sirve de ejemplo de templado, inteligente a pesar de su trabajo como bestia protectora y que intenta mantener a su protegido lejos del caos que parece arrastrar tras de si Audrey Varella, la bella chica del clima que igual que el abogado, quedo prendado de ella al verla en TV y ella o está perdidamente enamorada o quiere arruinarlo y será su abnegado guadaespaldas el que haga lo que tenga que hacerse para permitirle al abogado desempeñar su trabajo lo mejor posible.
Tiene dos que tres agujeros en el desarrollo, pero Louise Bourgoin en esos pequeños vestidos, hace desear que todos tuvieramos una amiga, así de buena...onda, que regalará afecto en nuestro cumpleaños, sin duda ese sería un mundo mejor.
La acción se desarrolla en Mónaco, si, el país más densamente poblado del mundo y a donde un futbolista mexicano (ufano hasta la pared de enfrente) fue a parar a finales del siglo pasado, razón por la que pudimos echarle un vistazo más allá de las viejas imágenes de Grace Kelly y su Raniero.
Pero el lugar se pinta más envidiable y paradisiaco en ésta cinta de lo que uno recuerda, aunque tristemente uno se da cuenta que no percibe en una vida lo necesario para darse una temporada de excesos en ésta nación francófona.
¿y de qué va?
Fácil...a lo mejor no tanto, pero en sus 95 minutos se nos cuenta una historia de lealtad, moral, promiscuidad, interés, lascivia, abnegación y un dejo de humor, pues la cinta es en grandes tramos una comedia, pero eso si, trágica, como la vida misma.
A lo mejor me cuelga si me la llego a encontrar, pero la protagonista me recordó a una ex compañera de trabajo de la que ya he escrito antes. Aunque el hecho de que me la haya recordado una belleza como Louise Bourgoin puede que actué como atenuante, si, la chica de Mónaco tiene una figura impresionante.
Bueno, estábamos con la historia, pues, una acaudalada familia monaquense se ha visto envuelta en la tragedia, la madre, una viuda que gusta de rodearse de boy toys al parecer ha terminado asesinando a uno de ellos, por lo que deciden recurrir a un famoso y talentoso abogado parisino Bertrand Beauvois (interpretado por Fabrice Luchini)y ya que el galan asesinado tenía vínculos con la mafia rusa, el hijo de la acusada le asigna a su abogado un güarura(guardaespaldas), pero uno más cercano al Creasy de Man on Fire que a los que vemos en las pantalla mexicanas a los que les queda el mote de güarros por más de una razón, interpretado por Roschdy Zem, Christophe Abadi es un hombre que sirve de ejemplo de templado, inteligente a pesar de su trabajo como bestia protectora y que intenta mantener a su protegido lejos del caos que parece arrastrar tras de si Audrey Varella, la bella chica del clima que igual que el abogado, quedo prendado de ella al verla en TV y ella o está perdidamente enamorada o quiere arruinarlo y será su abnegado guadaespaldas el que haga lo que tenga que hacerse para permitirle al abogado desempeñar su trabajo lo mejor posible.
Tiene dos que tres agujeros en el desarrollo, pero Louise Bourgoin en esos pequeños vestidos, hace desear que todos tuvieramos una amiga, así de buena...onda, que regalará afecto en nuestro cumpleaños, sin duda ese sería un mundo mejor.