El legendario Spike Lee se inspiro el el filme sobre Zidane para hacer éste documental sobre el trabajo de Kobe Bryant.
Él como buen Neoyorkino es hombre de los Nicks, pero trabajo con Kobe pues es un jugador que polariza las opiniones y que con no pocas discusiones, tiene el título del mejor jugador de la NBA en la era después de Jordan.
En palabras de Spike Lee:
¿cuál fue la inspiración para el documental?
Hace un par de años en Cannes se presento una cinta acerca del gran futbolista [Zinedine] Zidane. En la película,Colocaron varias cámaras siguiéndolo todo el tiempo. Nunca había visto algo así en el deporte,y me puse a pensar … ya sabes, esto funcionaría todavía mejor para el basketball. Así que me acerqué a Kobe, al coach Phil Jackson, a Dr. Buss, a su hija, al comisionado David Stern y a ESPN. Y se hizo.
Acerca de trabajar con 30 cámaras
Requirió una gran planificación, a pesar de que sólo fue un día de filmación, Teníamos que checar aspectos legales con la liga, con los Lakers y y ESPN. Pero Kobe y el Coach Jackson cooperaron en todo momento, así que sólo fue cuestión de hacerlo.Algo que debe hacerse notar sobre un filme como éste es que aquí no hay guión, Kobe encestó 20 puntos en aquel juego, desde le hubiera gustado anotar 61 puntos como lo hizo con los Nicks. Esa parte del deporte, que no puedas determinar situaciones como esa es la que lo hace grandioso, Gracias a dios no se metió en problemas de faltas, se la hubiera pasado en la banca y no tendríamos películas. Sabes que te arriesgas cuando haces algo así.
El documental es genial, el juego era importante, aunque no cambia la historia, el voice over que hizo Kobe nos deja ver la intimidad de la rutina de los Lakers, lo que pasa por su cabeza, nos hace creer que ya no es el egoista de porquería que quería ganar la liga sólo, y eso que en aquel entonces todavía tenía encima el trauma de si podría ganar un título sin Shaq. Encima el juego se lo llevan los buenos, que claro visten de blanco y se lo roban a los malos, encabezados por ese odioso Tim Duncan.
